En el inicio del siglo XIX Ulldecona es una villa de una cierta importancia en su entorno más inmediato, villa fortificada con muralla, 4 conventos, 5 iglesias y imponentes edificaciones de piedra. Ulldecona siempre ha sido el camino natural de las comunicaciones entre Catalunya y Valencia. Ya la Vía Augusta romana pasaba por nuestro término municipal. Solo por dar un detalle, Ulldecona fue la primera villa del Montsià con marca filatélica propia des del 1834. Sus habitante combatieron en la guerra de la Independencia contra la tropas napoleónicas y fue un importante centro carlista.
La segunda mitad del siglo XIX es la de la modernización de Ulldecona, la llegada del tren con la inauguración de la estación en 1867, el derribo de la muralla y de la torre de la plaza marcaron el devenir de la villa.
Cuando se completó la urbanización de la estación y los servicios correspondientes (hangares, muelles, almacenes, etc.) los terrenos libres fueron subastados por el ayuntamiento. En este primer ensanche de la villa se instalaron talleres, almacenes, fábricas y empresas de transporte.